31 de enero de 2012

Tod Browning, de la barraca al anonimato


Charles Albert “Tod” Browning (12 de julio de 1882, Louisville-Kentucky –6 de octubre de 1962, Malibú) 

Tod Browning fue adolecente fugitivo, feriante y actor de variedades antes de recalar en el cine. La leyenda propalada por él mismo asegura que a los 16 años, prendado de una bailarina exótica, se alistó en las huestes de una feria ambulante denominada Manhattan Fair and Carnival Company y allí terminó como charlatán. Uno de los espectáculos habituales en los sideshows de este tipo de espectáculos eran los fenómenos amañados y, entre estos, el que atraía más la atención del público popular era el “geek”, una especie de eslabón perdido encarnado generalmente por un alcohólico en horas bajas, que se prestarse a comer pollos vivos y otras lindezas (http://www.circomelies.com/2008/09/el-gran-stanton.html). Abundando en la misma leyenda, Browning habría llegado a presentarse como uno de ellos con el sobrenombre de “Bosco, el devorador de serpientes”.


En 1906, cuando contrae matrimonio con una chica de su Louisville natal, ya se ha integrado en el circuito de variedades y burlesque como cómico blackface, de los que actuaban con la cara pintada de negro. Hacia 1913, en uno de esos periodos en que estaba en Nueva York sin contrato, Browning cayó por los estudios de la Biograph para la que trabajaba un tal Griffith, ya un poco harto de que no le dejasen rodar películas de más de un rollo. Con él debuta Tod como actor y hace funciones de asistente en la mítica The Birth of a Nation (El nacimiento de una nación, 1914), además de intervenir como intérprete en medio centenar de películas de un rollo.


Un accidente automovilístico le obliga a cambiar una vez más el rumbo de su vida, dejando de lado la interpretación y ejerciendo labores de guionista. A partir de 1917 se dedicará a la dirección de largometrajes, a menudo basados en sus experiencias como feriante, y esta parte de su carrera y su alianza con Lon Chaney en la creación de una galería sin par de tipos deformes física y moralmente es a lo que dedicaremos las próximas sesiones de Circo Méliès. No se trata de un repaso completo, sino de aquéllas películas directamente relacionadas con nuestros intereses… que son los suyos. No se escandalice nadie, pues, por la ausencia de la sobrenatural Dracula (1931) o por la incomparecencia de algún título perdido como London After Midnight (La casa del horror, 1927), por mítico que sea.


La deformidad y la anormalidad —o sea, lo que no encuentra acomodo en la norma— constituyen el meollo de la obra que le daría a Browning la gloria para las generaciones futuras: Freaks (La parada de los monstruos, 1932). Sin embargo, la fama de ésta y de la seminal Dracula (1931) no deben hacernos pasar por alto la excelencia de The Unholy Three (El trío fantástico, 1925), la perturbadora West of Zanzibar (Los pantanos de Zanzíbar, 1928) o esa obra maestra indiscutible titulada The Unknown (Garras humanas, 1927).


Aturdido por el alcohol —¡como Griffith!— y abrumado por sus fracasos matrimoniales Browning todavía tuvo tiempo de dejar un par de perlas en el muestrario del cine fantástico durante la segunda mitad de la década de los treinta. Luego, su nombre se va oscureciendo, tanto que varias veces llegó a publicarse la noticia de su fallecimiento. Se sobrevivió a sí mismo hasta 1962.

Filmografía selecta:
The Mistery of the Leaping Fish (1916)
Puppets (1916)
The Wicked Darling (La rosa del arroyo, 1919), con Lon Chaney
Outside the Law (Fuera de la ley, 1920), con Lon Chaney
White Tiger (El tigre blanco, 1923)
The Unholy Three (El trio fantástico, 1925), con Lon Chaney
The Mystic (Zara, la mística, 1925)
The Thirteeen Chair (1929)
The Blackbird (Maldad encubierta, 1926), con Lon Chaney
The Unknown (Garras humanas, 1927), con Lon Chaney
The Show (El palacio de las maravillas, 1927)
West of Zanzibar (Los pantanos de Zanzíbar, 1928), con Lon Chaney
Outside the Law (Fuera de la ley, 1930)
Freaks (La parada de los monstruos, 1932)
The Devil-Doll (Muñecos infernales, 1936)
Miracles for Sale (1939)

6 comentarios:

El Abuelito dijo...

¡¡¡Don Tod!!! Relamiéndome estoy de pensar en sus nuevas entradas sobre el genio oscuro, que bien saben ustedes la devoción que por él se tiene en el Desván...

Rubén dijo...

ME encanta seguir su blog, es un placer ver rondar por aquí los grandes intereses que tenemos en común.

Sr. Feliú dijo...

Devociones compartidas. Arrancamos con The Leaping Fish que, por cierto, descubrimos en el Desván.

Intentaremos no defraudar sus expectativas.

angeluco10 dijo...

Su última película de 1939,su fallecimiento en 1962,son esos veinte años,tan comunes en este mundo de la farándula,los que a mi me hacen estremecerme.

Sr. Feliú dijo...

Fueron años de ignominia, don angeluco, de recorte salarial progresivo, de proyectos frustrados, de ninguneo y, finalmente, de olvido. Pasó sus últimos años en Malibú bebiéndose un par de cajas de cervezas al día.

Anónimo dijo...

Enhorabuena por el trabajo.
Es un placer encontrar referencias a Tod Browning después de haber recabado información de forma denodada para escribir mi particular homenaje al director incluido en la antología "Vintage'62: Marilyn y otros monstruos": http://www.sportularium.com/2012/04/09/vintage-62-marilyn-y-otros-monstruos/
Saludos.